Taberna oscurecida por el humo de los cigarrillos de tabaco, en su mayoría negro.
Acompañado de un murmullo constante sobre diferentes temas de conversación, algunos tan interesantes e instructivos y otros meros comentarios de personas que necesitaban ser escuchados.
Diferentes colores en los vasos, amarilla de la cerveza, blanca del wiskhy o morada del vino.
Asientos ocupados por personas que entre ellos apenas se conocen y que sin embargo forman una pequeña comunidad donde hay cabida para cualquiera que necesite un respiro de la carrera cotidiana.
no es justificable las horas interminables en la taberna, pero algo les tiene que diferenciar de las máquinas para las que trabajan o del apuesto caballero que auncia ropa de moda por televisión mientras ellos beben.
!La espuela, antes de marcharme!. se despiden y con caras tristes empiezan de nuevo a correr sin saber a dónde.
Recuerdos de taberna son los que tengo grabados, algunos buenos y otros malos, en su gran mayoría nostálgicos por la compañía de mi inseparable DOC.
2 comentarios:
muy bueno, pedrito...sobran las palabras. me ha llegao. sigue así.
Joder Pedro que bien que escribes, no hay nada que comentar, lo has descrito perfectamente, tus rucuerdos son los nuestros. Me satisface un monton que los puedas expresar tan bien. Un beso
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